martes, 31 de marzo de 2009

Te presento a Bencomo y HABLAMOS DE LOS GUANCHES.

Bencomo fue el mencey de Taoro durante la conquista de los castellanos. Su reino estaba conformado por las tierras de la zona hoy conocida como valle de La Orotava. Bencomo lideró las fuerzas aborígenes que se opusieron a la invasión y pasó a la historia con el sobrenombre de Rey Grande. Murió en 1495, a la edad de 70 años, durante el transcurso de la batalla que tuvo lugar en La Laguna, frente a las tropas del Adelantado Alonso Fernández de Lugo.
La historia de su hijo, el mencey Bentor, ilustra la fatalidad que, para los guanches, supuso la invasión europea. Bentor o Bentorey, hijo de Bencomo, libró la última de las batallas contra el ejército castellano. Derrotado, antes de rendirse prefirió despeñarse por el barranco de Tigaiga, en el municipio de Los Realejos. Una escultura, ubicada en el mirador de El Lance, recuerda este acontecimiento histórico
Cuando la Corona de Castilla inició la conquista de las Canarias, Tenerife y el resto de islas del archipiélago estaban habitadas por los guanches, denominación que en un primer momento sólo hacía referencia a los habitantes de Tenerife pero que luego se generalizó a los del resto de Canarias. Los guanches de Tenerife formaban una sociedad encuadrada aún en el paleolítico aunque en su cultura podían observarse algunas características de un mayor desarrollo.
De origen probablemente bereber, los guanches estaban dedicados a la agricultura y la ganadería y habitaban en cuevas naturales. Curiosamente, parece que desconocían las artes de la navegación, lo que provocó un desarrollo aislado de cada una de las islas.
La Conquista de las Islas Canarias por la corona de Castilla duró casi cien años, de 1402 a 1496, y supuso la desaparición de gran parte de los elementos de la cultura aborigen en todas las islas. La conquista utilizó los métodos que después serían habituales en América: destrucción casi completa de la cultura local, conversión al cristianismo y mestizaje entre colonos y población local.
Como ejemplo de la actitud de los primeros visitantes a las islas están las palabras del expedicionario normando Gadifer de la Salle durante la conquista de Lanzarote: "Hemos cogido y muerto gran cantidad de ellos y hemos cogido mujeres y niños……, y la intención es, si no hallamos otro remedio, que matemos a los hombres del país….; y conservaremos a las mujeres y niños y los haremos bautizar y viviremos como ellos, hasta que Dios disponga de otra manera".
Durante la conquista, los guanches de Tenerife se opusieron con fiereza a su dominación, pero el superior poderío militar de los castellanos provocó finalmente su anexión a Castilla en el año 1496. Tras la conquista, muchos de los guanches supervivientes fueron destinados a la esclavitud y trasladados a la Península Ibérica. El resto asimiló las costumbres y la religión de los conquistadores.
La lengua que hablaban los antiguos habitantes de Tenerife desapareció poco tiempo después de la conquista de la Isla, al igual que el resto de su cultura. Hoy no es posible hablar o escribir en esta lengua, aunque perduran en el lenguaje diario algunas palabras de aquella época. Así, en Tenerife, al cabrito se le sigue llamando baifo, como hacían los guanches. Gofio (alimento a base de cereales tostados) o tabaiba (especie vegetal ) son otras palabras que han pervivido a lo largo de los siglos.



Fuentes:
Cabildo de Tenerife, www. / Wikipedia, www.
click…copia…click….pega by Enrique Castillo 2009 para su Bitácora.